05 septiembre 2008

Payaso triste, payaso alegre: Herman Düne

Nuestro plan maestro para reflotar este blog se apoyaba en esa conexión Herman Düne/The Wave Pictures que nos está regalando las mejores canciones pop de la década, y debía empezar con un post sobre el estupendo y raro disco de versiones de los primeros por parte de los segundos. Seguiría un profuso especial sobre el nuevo/último/primer LP de los Wave Pictures, y enlazaríamos, casi sin respirar, con un especial sobre los fantabulosos Herman Düne. Para entonces ya nos habríamos hecho con un hueco en el ciberespacio y con una nutrida legión de fieles lectores, de modo que podríamos abandonar este modesto plural mayestático y volver a escribir posts ampulosos e innecesarios con periodicidad trimestral.

Pero, ay!, el nuevo disco de Herman Düne circula ya por los vericuetos del ciberespacio, y el cuerpo nos pide comenzar nuestro diabólico plan por el final. Next Year in Zion se llama la nueva criatura, que escucho por segunda vez mientras escribo estas líneas. Así, a bote pronto, parece que los hermanos (definitivamente sin André) han vuelto a dar en el blanco: la riqueza y variedad casi barroca de Giant, con sus arreglos de inspiración inesperadamente soul, sus percusiones bizarras y sus perennes coros femeninos, conjugada con la urgencia compositiva, despreocupada y certera, de sus trabajos anteriores.

Las canciones de Herman Düne transpiran curiosidad e inteligencia. Su ironía es siempre cálida y afectuosa: ya sea a la hora de revisar las estructuras del pop añejo, del folk indie más desprejuiciado, del rock de (múltiples y diversas) raíces, ya sea en la escritura de esas letras que deambulan de lo confesional a lo humorístico, de la ternura al absurdo. De orígenes suecos, pasado americano, residencia francesa y espíritu nómada, su inglés es internacional, sus historias tan universales como personales e inconfundibles: pocos como ellos consiguen hacer reír a carjadas con una trágica canción de desamor, dejar un regusto agridulce tras una soleada gema pop.



Quede claro que este post no nos exime de las anunciadas entregas sobre los Wave Pictures y su conexión con nuestros amigos. Es más, en previsión de un futuro post ex profeso para Not on Top, el mejor disco de Herman Düne y una de las cumbres del pop destartalado de este milenio, nos limitamos a dejarles enlaces al inminente nuevo disco y al anterior. Peticiones de otros albums serán satisfechas con la acostumbrada prontitud.


Giant.


Next Year in Zion.




Herman Dune

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