12 octubre 2008

Cerca del cielo (II)

Rafael Nadal recogerá el próximo día 24 su galardón en Oviedo, y un mes después, con permiso del drive de Del Potro, se traerá de tierras argentinas la tercera Davis. Nuestra tardía e inútil reivindicación de otra de las candidaturas, una candidatura cuya esencia misma era el fracaso, no parecía tener otro sentido que el de la pataleta. Coetzee, cuya última (no)narración le lleva incluso a reflexionar sobre el deporte de élite, encuentra un posible nuevo sentido a nuestra queja:
"Una competición cuyo resultado está cantado no nos atrae, salvo tal vez cuando el contendiente más débil actúa con suficiente valentía para ganarse nuestra solidaria admiración, ya que enfrentarse con valentía a un rival más fuerte es sin duda una de las lecciones para cuya enseñanza el deporte, como institución cultural, fue inventado. El enfrentamiento entre una visión nostálgica y retrógrada del deporte y la visión que predomina hoy puede tener un valor cultural análogo. Es decir, el argumento de que el pasado fue mejor que el presente no puede vencer, pero por lo menos es posible exponerlo con valentía."



Supongo que el interés (moderado: nunca he leído ni investigado mucho sobre el tema) que despiertan en mí las hazañas, noticias y mitologías del alpinismo podría tener que ver con su condición de último reducto de una concepción romántica, extrema y totalizante del deporte. Creo, sin embargo, que lo que encuentro en ellas es una última forma de narración épica, en una época en la que las las gestas individuales, fruto de pulsiones incomprensibles y obsesiones a menudo autodestructivas, tienden a adoptar formas cada vez más caprichosas, banales, estúpidas.

Hoy es posible comprar un trocito de gloria en la conquista del espacio, las expediciones comerciales saturan el Everest y el ciclismo (ese otro, mancillado, refugio de la épica deportiva) conquista cimas a golpe de epo. Sin embargo, algunos locos incorruptible siguen muriendo cada año, empeñados en ascensiones sin oxígeno, expediciones sin patrocinador, vidas sin freno.

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