17 junio 2007

En obras

Hemos hecho unos pequeños cambios en el formato del blog, intentando mejorar la (permítasenos ponernos estupendos) legibilidad. Asimismo, hemos intentado averiguar cómo conseguir aumentar nuestro número diario de visitantes: importunar a conocidos y desconocidos, informándoles de nuestra existencia, parece la única opción.

Anteayer mi padre, un poco azorado, me contó que había seguido mis huellas por el ciberespacio, informado por mi hermano de pasadas iniciativas. Llegó tarde, y aunque siempre me enternece este orgullo paterno mal disimulado, no me decidí a hablarle de Xanaz. No estoy seguro de querer tener a mis padres por lectores.

Afuera está despejado, llovizna y sopla el viento, todo al mismo tiempo. A través de la ventana se ven las minúsculas gotas de agua iluminadas por el sol que vuelan desquiciadas, empujadas por el aire: hacia arriba y hacia abajo, hacia arriba y hacia abajo.

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