08 noviembre 2008

El western clásico (I)

A la hora de echar la vista atrás y entender cuando empezó a forjarse el mito del western, el momento en que las pelis de vaqueros se anclaron para siempre en el imaginario popular, es casi imprescindible partir de La Diligencia. Los westerns habían sido muy populares en el cine norteamericano ya durante el período mudo, desde mediados los años diez hasta finales de los veinte y con la aparición de las primeras estrellas del oeste. El género, sin embargo, llevaba de capa caída durante toda la década de 1930: el gangster film, el melodrama, la comedia o el musical le hacían sombra, y apenas sí se estrenaba algún que otro western musical (¿!).

En 1939 suceden dos eventos que cambiarán para siempre la historia del western: John Ford rueda esta primera obra maestra sonora del género, que obtiene un gran éxito de público, y estalla la II Guerra Mundial. Curiosamente, el segundo hecho será aquel verdaderamente determinante para el boom de las películas del oeste en los años siguientes. El western cinematográfico es, de todas las formas artísticas y narrativas de la cultura popular, la que mejor simboliza y desarrolla el mito de una América basada en la expansión territorial; en el avance hacia una tierra indómita, el salvaje oeste; en la aniquilación de un enemigo externo y la conquista de sus tierras vírgenes, de un nuevo Edén. No es obviamente casual que el inicio del periodo clásico y dorado del género coincidan con el conflicto bélico que hará que América, tras décadas de aislacionismo, inicie un nuevo periodo de expansión y conquista, sólo que esta vez del territorio, la economía y el imaginario mundial.

La Diligencia, la historia de un grupo inolvidable de personajes huyendo de/hacia sí mismos en territorio comanche, es la obra que establecerá para siempre los nuevos patrones del western: el uso mítico y monumental del paisaje, el revolucionario montaje de las secuencias de acción, un nuevo interés hacia los personajes, una densidad emocional desconocida. Es injusto, en cualquier caso, insistir en esta idea de La Diligencia como modelo o piedra angular; se trata ante todo de un film bellísimo, lleno de humanidad, con algunos de los primeros y más hermosos y más desconcertantes momentos líricos de los westerns fordianos, con una antológica galería de secundarios y con John Wayne haciendo, por primera vez y ya para siempre, de John Wayne.



Quizás porque la elección de La Diligencia como inicio de la lista conlleva inevitablemente una cierta sensación de selección descontada o académica, es bueno escribir un par de líneas sobre una maravillosa película, breve, valiente, certera, emocionante, rabiosamente actual y tristemente desconocida. William Wellman, un magnífico artesano del Hollywood clásico, rodó Incidente en Ox Bow en plena participación americana en la II Guerra Mundial. La película anuncia desde el título su falta de pretensiones, su modestia de deliciosa serie B, y es sin embargo un agudo alegatos contra la venganza, el odio racial y los prejuicios de la masa. Concisa, seca, con un Henry Fonda extraordinario, el film parece preanunciar ya en 1943 que, paralela a la historia de los grandes westerns, correrá una historia hecha de títulos menores, a contracorriente, inclasificables, imprescindibles.

Incidente en Ox Bow: descarga.

La Diligencia: descarga, préstamo y préstamo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy util, a medida que vea ye te iré comentando, por cierto me gusta la foto